El síndrome de Alport alberga un espectro de fenotipos que comprenden desde formas aisladas de hematuria no progresiva o de progreso lento, hasta formas graves de manifestaciones multisistémicas con fallo renal en ausencia de tratamiento con o sin alteraciones extrarrenales. Entre las causas genéticas del síndrome de Alport se encuentran defectos en genes con patrón de herencia ligado al cromosoma X (65%), autosómico dominante (20%) y autosómico recesivo (15%). El diagnóstico de esta enfermedad se establece mediante la identificación de variantes patogénicas en alguno de los genes asociados a la enfermedad y el manejo y consejo genético dependen en gran medida del resultado del test genético.
Conocer tu predisposición genética a padecer enfermedades comunes, crónicas y que pueden ser tratadas con fármacos, puede ayudarte a prevenirlas.