La hipouricemia renal hereditaria (HRH) es un trastorno genético poco frecuente que puede pasar inadvertido hasta edades avanzadas a pesar de su inicio durante la infancia. Se produce por defectos genéticos en los genes que codifican los transportadores renales del ácido úrico a nivel tubular renal, lo cual conduce a una disminución en la reabsorción y/o aumento de la secreción de ácido úrico. Se debe sospechar HRH ante un nivel sérico persistente de ácido úrico menor de 2 mg/dl, con una excreción fraccional mayor del 10% (normal 7,25 ± 2,98%). El diagnóstico definitivo de la enfermedad se realiza mediante la identificación de una variante patogénica en alguno de los 2 genes conocidos: SCL22A12 (AR) y SLC2A9 (AD, AR).
- El gen SLC22A12 codifica el transportador URAT1 localizado en la membrana apical del túbulo proximal. Sigue un patrón de herencia autosómico recesivo.
- El gen SLC2A9 codifica el transportador GLUT9, el cual tiene una isoforma larga que se expresa en la membrana basolateral del túbulo proximal, y otra corta que se expresa en la membrana apical del túbulo colector. Sigue un patrón de herencia principalmente recesivo pero se han descrito también formas dominantes.
En ocasiones, la primera manifestación puede ser hematuria o el hallazgo de hipercalciuria, pero la mayoría de las veces el diagnóstico se realiza al aparecer alguna de sus complicaciones como nefrolitiasis, daño renal agudo inducido por el ejercicio físico intenso o menos frecuente, tras un episodio de deshidratación por gastroenteritis aguda o el síndrome de encefalopatía posterior reversible en pacientes con ERCA asociado con el ejercicio.