Las enfermedades quísticas pulmonares constituyen un heterogéneo grupo de enfermedades de difícil diagnóstico, caracterizadas radiológicamente por la presencia de espacios aéreos rodeados de pared fina en el parénquima pulmonar. Estas alteraciones producen pérdida de capacidad funcional, insuficiencia respiratoria y con frecuencia neumotórax. Algunas de estas entidades tienen una etiopatogenia de base genética. Entre estas últimas están la linfangioleiomiomatosis asociada a esclerosis tuberosa (LAM), el síndrome de Birt-Hogg-Dubé, la neurofibromatosis tipo 1, el síndrome de Ehlers-Danlos tipo IV y la cutis laxa.
Se incluye en este grupo de patologías el estudio de la deficiencia de alfa-1 antitripsina porque, si bien la afectación radiológica aparece en forma de enfisema y no de quistes, puede haber condiciones en las que se plantee el diagnóstico diferencial con alguna de las entidades descritas.
Conocer tu predisposición genética a padecer enfermedades comunes, crónicas y que pueden ser tratadas con fármacos, puede ayudarte a prevenirlas.