La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) agrupa a un conjunto heterogéneo de desórdenes inflamatorios crónicos que afectan al tracto gastrointestinal. Existen tres fenotipos principales en este grupo que incluyen la enfermedad de Crohn (EC), colitis ulcerosa (CU) y EII no clasificada. Alteraciones de la microbiota del intestino, factores ambientales y defectos inmunológicos o genéticos (desregulación de los linfocitos Th, fallos en los procesos de autofagia celular o alteración de las señales inflamatorias) están asociados al desarrollo de EII. Aunque aparece normalmente en adultos jóvenes, también son frecuentes los casos de inicio temprano durante la infancia o estado neonatal, caracterizados por fenotipos más severos. Se estima que un 25%-30% de los casos de EII pediátricos presentan historia familiar positiva, sugiriendo la existencia de un componente hereditario variable que apoyaría la indicación de un estudio genético.
Conocer tu predisposición genética a padecer enfermedades comunes, crónicas y que pueden ser tratadas con fármacos, puede ayudarte a prevenirlas.