Los defectos en los componentes del sistema del complemento aumentan la susceptibilidad a infecciones y el riesgo de trastornos autoinmunes, mientras que los defectos en las proteínas reguladoras del complemento pueden conducir a trastornos graves debido a la sobreactivación inmune. La manifestación clínica de estas deficiencias es variable y depende de la función del componente afectado en la defensa e inflamación. Las características clínicas de cada patología reflejan las funciones conocidas del complemento: prevención de la infección, eliminación de células apoptóticas y complejos inmunes, y protección de las superficies endoteliales.

Conocer tu predisposición genética a padecer enfermedades comunes, crónicas y que pueden ser tratadas con fármacos, puede ayudarte a prevenirlas.