Los trastornos de la conducción cardíaca constituyen un grupo heterogéneo de entidades caracterizadas por una alteración de la propagación del impulso eléctrico en diferentes niveles: el nodo sinusal, el auriculoventricular (AV) y el sistema His-Purkinje. En el ECG de superficie, se puede observar bradicardia sinusal, una duración prolongada de la onda y del intervalo PR llegando incluso al bloqueo auriculo-ventrícular, así como diferentes grados de bloqueo de rama.
Además, existe un gran número de genes que se han asociado al desarrollo de miocardiopatías cuya primera manifestación clínica puede ser la presencia de trastornos de la conducción cardíaca, como los bloqueos auriculoventriculares. Lo mismo sucede en algunas canalopatías. Muchas de estas patologías pueden ser infradiagnosticadas debido a que en sus primeros estadios la expresión clínica puede ser muy leve.